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El alcalde de Morón de la Frontera, Juan Manuel Rodríguez (PSOE), sigue demostrando que es un auténtico inútil para gestionar económicamente el Consistorio moronense. Después de 13 años siendo incapaz de aprobar un solo presupuesto en tiempo y forma, haciendo crecer la deuda y aumentando el gasto en trivialidades, ahora el primer edil de la ciudad de El Gallo ve que su única salida es la subida de impuestos, le pide a la oposición “un pacto de gobernabilidad” y le reprocha que “no ha habido propuestas concretas” y que no ha tenido nunca un presupuesto alternativo en 13 años.
El alcalde se vuelve a vestir de plañidera para encubrir su ineptitud al frente del Ayuntamiento, y culpar a la oposición del estancamiento en el que se encuentra el consistorio. Parece no recordar sus dos legislaturas de mayoría absoluta, ocho años gobernando con el rodillo que les daba esa mayoría y en los que de forma despótica ninguneaba a la oposición y rechazaba todas las propuestas que presentaban.
En este sentido, cabe recordar como ejemplo el nuevo Reglamento Orgánico Municipal aprobado por el rodillo socialista en marzo de 2022, un conjunto de reglas inventadas por los socialistas sin contar con la oposición, con el único objetivo de recortar la función fiscalizadora de los grupos de la oposición durante los Plenos municipales, llegando a quitar funciones al Pleno para que las realice la Junta de Gobierno Local.
Los grupos municipales de AMA Morón, Partido Popular y Adelante Morón, que formaban la oposición en el Ayuntamiento, abandonaron el Pleno municipal cuando se iba a votar ese reglamento que, entre otros desatinos, anulaba un acuerdo que existía con las mociones por el que cada grupo presentaba un máximo de tres por Pleno, y los socialistas de manera unilateral lo habían restringido a una sola moción por grupo municipal.
La cosa ha cambiado y el alcalde ya no cuenta con el rodillo y necesita los votos de la oposición para dejar de hacer el ridículo en los Plenos por la falta de apoyos. Está quedando al descubierto que es incapaz de negociar medidas concretas que busquen salir del estancamiento al que los socialistas han llevado la economía del Ayuntamiento por su mala gestión durante los años de mayoría absoluta.
Ante esto, Rodríguez se dedica a utilizar los medios afines para mostrarse sollozante y pedir a la oposición que haga el trabajo que él, como responsable del equipo de gobierno, no ha sabido hacer.
En estos momentos, tiene que ser la oposición quien le recuerde las mayorías absolutas y su despotismo en esas etapas, para que quede claro que la cuestión está en que el alcalde no quiere asumir que el problema es él mismo.