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CCOO de Sevilla ha exigido a los diferentes gobiernos que coloquen las necesidades de las personas trabajadoras en el centro de las políticas públicas.
En el marco de la Jornada Mundial del Trabajo Decente, CCOO ha subrayado que los hitos de la agenda sindical siguen marcados por la lucha contra la desigualdad salarial, la explotación laboral y las brechas que sufren mujeres, jóvenes y personas migrantes.
“A pesar de que en los últimos años en nuestro país se han negociado reformas muy importantes de las que CCOO ha sido parte fundamental y que han cambiado el paradigma de nuestro mercado de trabajo como la Reforma Laboral, la Ley Rider, las subidas del SMI, la implantación de planes de igualdad en las empresas, la reforma de las pensiones, etc. Aún que mucho camino por recorrer”, ha subrayado el secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu.
En la provincia de Sevilla el paro ha bajado en el último año en más de 12.000 personas y la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en casi 15.000, pero aún quedan casi 172.000 personas que quieren trabajar y no pueden hacerlo, de ellas más del 70% pertenecen al sector servicios y el 62% son mujeres.
El secretario general de CCOO de Sevilla ha subrayado que “si a nivel cuantitativo Sevilla necesita seguir mejorando, a nivel cualitativo el empleo que se crea en nuestra provincia muestra unos indicadores de calidad mucho más pobres que en el conjunto del Estado”. Y es que, “la brecha salarial entre mujeres y hombres es, en Sevilla, un 3,4% superior a la del conjunto del país”, los salarios de las personas jóvenes son un 13% más bajos que la media estatal y los salarios, en general, en Sevilla están casi 3.000 euros por debajo de la media del conjunto del Estado.
Ante esta situación, Carlos Aristu, ha insistido en que es fundamental “que las administraciones locales y provinciales expriman sus competencias para potenciar la creación de empleo de calidad y se abran a dialogar con las organizaciones sindicales y empresariales para sentar las bases de un cambio de modelo productivo que haga que Sevilla se oriente hacia sectores que generen mayor valor añadido”.
Aristu también ha destacado que “la cara más cruel de la precariedad laboral son los accidentes laborales que, aun siendo evitables, acaban costando la vida de trabajadores. Este año ha muerto en Sevilla una persona cada 15 días en el tajo. No es de recibo que esto siga ocurriendo. Las administraciones públicas tendrían que poner todos los recursos a su alcance para luchar contra esta situación y los empresarios y empresarias deben de dejar de mirar hacia otro lado y cumplir escrupulosamente las leyes de prevención de riesgos laborales”.