- Diario de Morón

Morón de la Frontera se entrega a Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta

diariodemoron.com         18/04/14
Difícil de explicar con palabras los sentimientos que la madrugada del Viernes Santo provoca en Morón de la Frontera. Emoción, pasión, devoción y sensaciones que no se entienden si no se vive ese momento en el que el pueblo se viste de gala para vitorear y aclamar a Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta.

Tal y como estaba previsto, a las cuatro de la madrugada se abría el portalón de la Ermita de la Fuensanta provocando el aplauso del gentío que desde horas antes se había congregado junto a la puerta, buscando un buen sitio para recrearse en la contemplación de la salida del Señor de Morón. Instantes después salía la Cruz de guía abriendo paso a un cortejo procesional formado por aproximadamente mil personas. De esta manera, la Real, Muy Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista comenzaba su estación de penitencia.

Tras una larga fila de nazarenos, ataviados con túnicas de color Morado con cola rizada, cíngulo y cinturón de esparto, entre el centellear de los flashes de las cámaras salía de su morada Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta, obra de Antonio Castillo Lastrucci en el año 1940. El paso, de estilo barroco, tallado por Manuel Guzmán Bejarano en el año 1990, llevaba bajo sus trabajaderas 35 hermanos costaleros. El acompañamiento musical a cargo de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Fuensanta, perteneciente a la hermandad.

Poco después de abandonar la cuesta el paso de Cristo, asomaba por la puerta de la ermita el paso de palio de María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista, que al igual que el del Señor, también es de estilo barroco, con orfebrería realizada por Manuel de los Ríos en el año 1984, los bordados están confeccionados en el Convento de Santa Isabel de Sevilla RRMM Filipenses. La imagen de la Santísima Virgen de los Dolores fue tallada por Manuel Pineda Calderón en el año 1941. El paso era portado por 35 hermanos costaleros, con el acompañamiento musical de la Banda Municipal de Música de Morón.

Una vez en la calle, María Santísima de los Dolores comenzó el camino hacia su estación de penitencia subiendo la cuesta mientras sonaba "Madrugá de Canela y Clavo", llegando al final de ésta con "Encarnación Coronada".

Uno de los momentos más bello que nos dejó la mañana se producía poco antes de que María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista llegaran a Santa Clara, cuando los primeros rayos de sol acariciaban el rostro de la virgen subiendo por Calzadilla.

Ovaciones y numerosas saetas en su visita a San Miguel para realizar la estación de penitencia y donde el paso de Cristo no pudo entrar por sus dimensiones. Desde ahí, el regreso al templo por el barrio de Santa María mientras riadas de gente se dirigían hacia la Cuesta de Jesús, que comenzaba a llenarse de público. El tiempo que transcurría entre la Cruz de guía y el paso de palio era de aproximadamente de 90 minutos.

Llegaba el mediodía cuando enfilaba el paso de Cristo la cuesta mientras sonaba "La fe de los humildes", con una impresionante multitud que no quería perderse el momento de la entrada de la hermandad en su templo. Así, y tras un repertorio de marchas, se despedía Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta de su pueblo.

Poco después lo hacía el paso de María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista, que bajaba la cuesta al son de "Pasan los Campanilleros" para, lentamente, entrar de nuevo en su morada.